Nunca le había gustado cazar en solitario, se sentía más seguro cuando estaba en manada. Los machos que lideraba tenían instinto para saber el momento clave para atacar, estaban organizados y disfrutaban de una gran técnica de ataque. Olisqueaban el territorio y elegían la mejor pieza, mejor sola, como mucho rodeada de otra hembra de quién se ocuparían también. La estrategia era simple, esperar a que la noche hubiera avanzado, arrinconarla en un perfecto polígono regular e iniciar el ataque desde todos los ángulos. Cuando la presa luchaba por huir y librarse de los depredadores allí estaba él… esperándola… Lobo.
Pero hoy era diferente, hacía meses que la manada no se reunía para cazar, tenía hambre. El olor de la presa era delicioso, menta y carne fresca, incapaz de pensar en algo que no fuera comérsela. La ocasión pedía que cocinara su premio a fuego lento, con mimo, para ablandar su carne y dejarla jugosa. No valían las prisas que sacian el apetito, pero no llenan el alma, ya se estaba haciendo mayor y había aprendido que los buenos bocados hay que masticarlos con calma y beberlos con un vino…
El vino es el producto de la fermentación alcohólica de los frutos de la parra, Vitis vinífera. Hay muchas variedades de uva y en función de esta y el proceso de elaboración se obtienen los diferentes tipos de vino. Es una de las bebidas más importantes desde tiempos antiguos, la primera referencia data del 6.000 a. C. en Armenia, y ha tenido una gran importancia cultural y económica.
La ingesta de vino relaja el sistema nervioso, dilata los vasos sanguíneos, desinhibe, calma la ansiedad, relaja y alegra, requisitos todos ellos favorables a una buena relación sexual. Estos efectos son debidos a su contenido alcohólico, al que cada uno responde de una manera diferente. No obstante, los efectos psicológicos y fisiológicos que tiene alcohol en la actividad sexual son un poco más complejos.
El alcohol deprime los nervios centrales del hipotálamo que controlan la excitación sexual, desaparecen las inhibiciones y uno se vuelve más extrovertido y sociable, pero también deprime el área que controla el rendimiento sexual. El consumo de alcohol hace difícil sostener la excitación y alcanzar un orgasmo ya que hace que al cerebro le cueste más relacionar la estimulación genital con la excitación sexual.
Su uso, por tanto, requiere siempre de la moderación como nos indicó Shakespeare en Machbeth cuando, respondiendo a Macduff, dice que una de las cosas que provoca la bebida es la lujuria:
“…Señor, provoca y no provoca; provoca el deseo, pero impide el desempeño”
El vino y el sexo siempre han estado muy unidos y es fácil encontrar referencias históricas ligadas a una lujuria alcoholizada en textos y dibujos de la época grecorromana.
Cuenta la mitología griega que el vino surgió de una lágrima de Dionisio –Baco para los romanos-, que se convirtió así en el dios del vino y la fertilidad. Sin embargo, sus efectos reales sobre el comportamiento sexual de quien lo toma no han sido muy estudiados por la ciencia.
Una curiosidad de la mitología griega hace referencia a Príapo, hijo de Dionisio, dios del vino y el éxtasis, y de Afrodita, diosa de la belleza, el amor y el deseo. No sabemos si fue hijo legítimo de Dionisio o fruto de un engaño de Afrodita con un antiguo amante, pero el hecho es que Príapo fue condenado a tener su falo siempre en erección y, lo que es más grave para el dios del instinto sexual, a no poder reproducirse. Hoy, de hecho, se denomina priapismo a una enfermedad que provoca la permanente erección del pene sin apetito sexual.
El cótabo fue un juego muy popular en la Grecia de los siglos V y IV a.C. Se practicaba, por lo general, al final de los simposios. Cuando los invitados habían dado buena cuenta del vino y se encontraban pelín excitados, competían lanzando el último sorbo de sus copas hacia una jarra o un plato situado en el centro de todos ellos. Antes del lanzamiento, pronunciaban en voz alta el nombre de una persona con la que les apetecía mantener relaciones sexuales y, si acertaban, veían satisfechos sus deseos.
Y como no, las bacanales romanas en honor a Baco, donde triunfaba lo erótico, el lujo, la ostentosidad y el vino. Sus participantes, hombres de la clase alta y prostitutas, se entregaban a los placeres terrenales y se sucedían las prácticas y fantasías sexuales. Muy diferente al origen de esta festividad en Grecia, 200 a.C. que era sólo para mujeres y se honraba al dios del pan.
¿Hay alguna sustancia en el vino, a parte del alcohol, que tenga alguna influencia sobre la sexualidad?
La respuesta debemos buscarla en la química de la uva, en especial la tinta que es la que tiene mayores concentraciones de unas sustancias que pertenecen al grupo de los polifenoles: flavonoides, ligninas y taninos.
Los polifenoles son compuestos bioactivos con capacidad antioxidante. Están presentes en muchos alimentos y tienen un gran interés desde el punto de vista nutricional, por sus acciones frente al desarrollo de diversas enfermedades asociadas a un aumento de los procesos de oxidación celular, conocidos como estrés oxidativo.
Prevención del cáncer de mama y el de próstata
Investigaciones sugieren el poder anticancerígeno del Resveratrol frente al cáncer de próstata y el cáncer de mama. El resveratrol es un polifenol presente en la piel de la uva, arándanos, frambuesas y moras. Se cree que su efecto está ligado a su capacidad para contrarrestar la progresión maligna de aquellas líneas celulares dependientes de hormonas sexuales, inhibiendo la proliferación de células resistentes a los tratamientos.
Se llegó a afirmar que el consumo de siete vasos de vino tinto semanales reducía a más de la mitad los diagnósticos de cáncer de próstata. Posteriormente esta afirmación fue puesta en entredicho por otro informe en el que no se llegó a los mismos resultados.
La uva es una de las fuentes alimentarias más ricas de resveratrol. Para comparar, una cáscara de uva fresca contiene cerca de 50 a 100 microgramos de resveratrol por gramo, mientras que las concentraciones del vino tinto van de 1.5 a 3 miligramos por litro.
Aumento de la testosterona
Estudios realizados con la variedad de Pinot Noir revelan que el vino tinto seco natural contiene una sustancia que inhibe la enzima aromatasa, la cual convierte la hormona sexual masculina, testosterona, en la hormona femenina estrógeno. Los niveles elevados de estrógeno en el cuerpo masculino disminuye los niveles de testosterona y como resultado, disminuye el deseo sexual y la función eréctil. El consumo de vino tinto puede hacer aumentar la testosterona, mejorando la potencia y la función sexual.
Facilita la erección
Los polifenoles, como la delfinidina, son beneficiosos para el sistema cardiovascular, además, aumentan la producción de óxido nítrico en el pene y en otros vasos sanguíneos. El óxido nítrico va a tener muchos efectos, uno de ellos es el de favorecer la vasodilatación, haciendo que llegue más sangre al pene y facilitando la erección, su efecto es similar al de la Viagra. Un estudio científico determinó que los hombres que consumían alimentos ricos en flavonoides (un tipo de polifenoles) tenían un 10% menos de probabilidades de sufrir disfunción eréctil.
Mejora el deseo sexual en las mujeres
Una publicación en el Journal of Sexual Medicine puso de manifiesto que el consumo moderado de vino tinto tiene efectos en la mejora del deseo sexual, en la lubricación y en la función sexual general de las mujeres. La hipótesis es que los flavonoides mejoran la función endotelial, aunque su mecanismo de acción aún no se comprende bien. Al mejorar la actuación del endotelio, se facilita la vasodilatación arterial y todo el conjunto tiene efectos positivos en las relaciones sexuales.
Aún queda mucho por investigar y seguro que en los próximos años veremos los frutos de estos estudios. Supongo que estaréis de acuerdo conmigo, que aunque podríamos tomar estos polifenoles directamente de las uvas o en un comprimido, es mucho más agradable y placentero tomarlos en una copa de vino.
Para finalizar me quedo con las palabras del Dr José Luis Arrondo, jefe de la sección de Andrología del Hospital de Navarra cuando hablaba del vino como aliado de la actividad sexual.
El poder sexual del vino empieza desde el mismo momento en que se descorcha la botella. Y es que una cata está rodeada de adjetivos que pueden aplicarse a los amantes y es un acto semejante a hacer el amor. En ella, como en el sexo, intervienen todos los sentidos. Desde la vista al tacto, el vino refleja los colores de la pasión, porque coger una copa de vino es como sostener al amante por la cintura.
Así que ya lo sabéis, con moderación y con la persona adecuada el vino puede favorecer vuestra vida sexual, y a falta de él os tomáis un mosto, que es menos erótico pero también tiene polifenoles.
Y para ponerlo en práctica:
Gelatina de granada con mousse de vino dulce
Rätsch, Christian. Las plantas del amor. Fondo de cultura económica.
http://mitosparacompartir.blogspot.com.es/2007/12/dionisio-afrodita-y-eros.html
http://freekmagazine.com/wp-content/uploads/Bacanal.jpg
http://www.mujerespacio.com/amor-y-sexo/historia-del-sexo-que-fueron-las-bacanales-de-la-antigua-roma/
http://elblogdeacebedo.blogspot.com.es/2015/12/la-cocina-medieval-en-asturias-y-en_4.html
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http://www.lacuartacolumna.com/wp-content/uploads/2016/01/priapo.png
http://www.abc.es/cultura/abci-priapo-dios-maldito-falo-gigante-adoraba-poblacion-rural-201606190434_noticia.html
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http://www.doctologia.es/wp-content/uploads/2015/09/deficit-testosterona-710×400.jpg
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http://2.bp.blogspot.com/-JBBS8bdauRo/U8cY-kiSwvI/AAAAAAAAATY/x5OhlqQszJM/s1600/como-puedo-tener-una-ereccion-mas-fuerte.jpg
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http://elgourmeturbano.blogspot.com.es/search?updated-max=2010-12-06T20:55:00-04:00&max-results=6&reverse-paginate=true&start=264&by-date=false
https://malditafiloxera.com/2016/03/19/el-cotabo-el-juego-griego-que-combinaba-vino-y-sexo/
http://www.abc.es/tecnologia/redes/20131213/abci-beneficios-vino-tinto-201312131437.html
http://el-resveratrol.blogspot.com.es/2012/06/el-termino-paradoja-francesa-fue.html
http://archivo.losandes.com.ar/notas/2010/1/31/economico-469641.asp
https://www.google.es/search?q=copa+de+vino&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjB8KTng7XOAhVFvBoKHes7DxQQsAQIHQ&biw=1366&bih=606#imgrc=ngd1xEkqFTm20M%3A
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Guauuuuu.
Reverastrol, un gran aliat és el rei dels polifenols…
Supongo que en unos años se descubrirán muchas cosas de esta molécula. Gracias por tu comentario