Érase una vez

Todos llevamos una historia dentro, lo que nos sucede nos define, permite que evolucionemos o que nos quedemos estancados. Los hay que viven en un cuento de hadas, con príncipes y princesas en un precioso palacio comiendo perdices cada día, para otros el colorín colorado es una historia de ciencia ficción con final incierto, hay cuentos que dan miedo y los hay que ponen mucho cuento al amor.

Para empezar este cuento, tenemos a dos personajes que nos acompañarán a lo largo de nuestro viaje, Caperucita y Lobo. Todos los llevamos dentro de nosotros en cierta medida y depende de nuestra habilidad aprender a disfrutar de su presencia, entenderlos y amarlos.

En nuestro cuento Caperucita y Lobo corresponden a los cánones que nos han vendido desde el cine y la literatura: chico malo pero que está buenísimo seduce a chica del montón, buena y un poco pánfila, hay un amor imposible, se separan y ambos lo pasan fatal, finalmente acaban juntos y viven felices para siempre. Ya os adelanto que no creo en finales idílicos, empalagosos y azucarados, me va más el movimiento con altibajos, y aquí ni el que es bueno lo es tanto ni el malo tampoco.

La señorita Caperucita, perdón señora que esto de señorita ya está un poco pasado de moda, es una muchacha en edad de merecer, mona, pero sin llamar en exceso la atención. Ha pasado por un par de relaciones serias que han acabado de manera no muy afortunada y la han convertido en un pelín desconfiada en esto del amor, sin embargo, no renuncia a encontrarlo, aunque teme salir a su búsqueda.

Caperucita tiene un carácter fuerte, porque el mundo la hizo así. Es sensible pero no ñoña, necesita de sus amigos y le importa lo que digan de ella más de lo que le gustaría admitir. Le gusta leer, ver películas de autor, la comida italiana y el kick boxing.

Mi Caperucita se parecería bastante a Laura Prepon en el papel de Alex Vause en la serie Orange is the new black, a la que últimamente me estoy aficionando.

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No creo que a Alex le quedase demasiado bien la capa roja, por eso de no parecerse a Superwoman, más bien le pondría un vestido rojo con vuelo.

Ahora le toca el turno al señor Lobo, seductor por naturaleza, con una belleza natural, nada de horas de gimnasio ni batiditos, de los de comerse un buen filete y disfrutar de un buen vino. Le gusta la juerga, la barba de tres días, los tatuajes y los coches.

Lobo, tiene un amor en cada puerto y se vende como un alma libre donde lo primero son los amigos, pero en el fondo de todo canalla que se precie busca un amor que le haga sentar cabeza. Necesita liberar su alma sensible y ser el ente protector de todo mal.

Pensándolo un rato, no me puedo quitar de la cabeza a Adam Levine de Maroon 5, con esa pinta de malote trozo de pan. Creo que sería un candidato muy digno al papel de Lobo.

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Que sí, que no digo yo que no, que mi Caperucita y mi Lobo están cañón y que aquí, la escritora se parece a Caperucita en el blanco de los ojos, pero es que la imaginación es libre, la mente calenturienta y necesitamos alegrarnos el día.

¿Quién sería tu Caperucita y tu Lobo?


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http://laprensa.peru.com/espectaculos/noticia-orange-is-the-new-black-temporada-5-alex-vause-murio-laura-prepon-46746
http://los40.com/los40/2014/09/10/actualidad/1410347576_456140.html

Marga Garí
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3 comentarios

  1. 27 julio, 2016

    Caperucita es una chica que se arregló la sonrisa, aumentó la talla del sujetador, tiene amigos gays y surfea por el mar internáutico. El Lobo sabe que no es un don Juan, que si se vuelve humano puede enamorarse y, sobre todo, tiene mentiras que contar o dinero. Ambos son reales: a ella la evité en otoño, con él estuve de cañas y risas. Ninguno lee libros.

    • 27 julio, 2016

      Olvidé apuntar que la pareja pertenece a la subespecie de ‘mamíferos desorientados’ y no porque escriban con faltas de ortografía, sino porque «nunca sé quién es la presa y quién sale de caza» (según me dijo el Lobo, más bien Lobito). Él busca el olvido, Caperucita «oh, qué nostalgia de bolero» (me susurró en octubre). Me gusta verles jugar, yo soy apóstata y vegetariano como una bleda. Auuu!

    • Marga Garí
      27 julio, 2016

      Si el mar está lleno de peces, por tierra firme hay muchas caperucitas… Muchas gracias por tu comentario.

Los comentarios están cerrados.